lunes, 23 de diciembre de 2013

POLÍTICA AGRARIA COMUNITARIA (PAC)

Existe un debate abierto a nivel de calle a cerca de la conveniencia del mantenimiento de la P.A.C., se ha difundido la idea de que se trata de una política muy gravosa para el contribuyente que solo ha conseguido beneficios para los agricultores y causante en parte del subdesarrollo de los países del tercer mundo.
Nada más alejado de la realidad, ya que desde sus inicios hasta nuestros días, con las variaciones impuestas por el desarrollo de los acontecimientos y la incorporación de nuevos países, mantiene su razón de ser y se constituye en uno de los pilares fundamentales de las políticas de la Unión Europea.
El origen de la Política Agraria Comunitaria se remonta a finales de los años 50, concretamente al año 1957 con la firma del Tratado de Roma por las seis naciones integrantes de la Comunidad Económica Europea ( Alemania Occidental, Francia, Italia, Bélgica, Luxemburgo y Países Bajos) con el fin de establecer un marco común de su actividad agrícola y aún con el recuerdo de las penurias sufridas tras la Segunda Guerra Mundial, con unos principios, la unidad de mercado, preferencia comunitaria y solidaridad financiera y con unos objetivos básicos:
  • Asegurar una oferta estable de alimentos sanos y asequibles a la población de la Unión Europea.
  • Proporcionar un nivel de vida razonable a los agricultores comunitarios, permitiendo, al mismo tiempo, la modernización y el desarrollo de la industria agroalimentaria.
  • Asegurar que todas las regiones de la Unión Europea puedan mantener su agricultura.
Para conseguir estas metas fue necesario establecer mecanismos de financiación que permitieran compensar económicamente a los agricultores a cambio del servicio que prestan a los ciudadanos europeos, mediante un sistema de subvenciones que les garantizara precios elevados.
Para la financiación la política agraria se creó el FEOGA (Fondo Europeo Orientación y Garantía Agraria), dividido en dos secciones el FEOGA-Garantía (actualmente FEAGA),que financia los gastos derivados de la aplicación de las políticas de mercados ( establece precios agrarios comunes y organiza la protección frente a terceros países) y el FEOGA- Orientación, (actualmente FEADER),encargado de financiar la política estructural (ayudas a la modernización de explotaciones, la instalación de jóvenes agricultores y el desarrollo rural).
A mediados de los años ochenta, las medidas adoptadas provocan un incremento enorme de la producción, mientras que el consumo no lo hizo al mismo ritmo, provocando unos excedentes de los que hubo que deshacerse, mediante exportaciones subvencionadas, donándolos a terceros países, almacenándolos con subvenciones o destruyéndolos directamente, ello provoca distorsiones en el mercado.
Todo ello provoca una opinión pública desfavorable, que unida a la incorporación de nuevos países hace necesaria una reforma que se acomete en 1992 con la que se pretende controlar el gasto comunitario, distribuir equitativamente el presupuesto entre todos los estados miembros, conseguir una producción de calidad respetuosa con el medio ambiente. Así mismo mediante el segundo pilar se potencia el Desarrollo Rural y se intentan diversificar las actividades más allá de la agricultura.
Las medidas que se adoptan para conseguir estos objetivos son el abandono de la política de apoyo a los precios agrarios que se sustituyen por ayudas a la renta, control de la producción con el establecimiento de cuotas nacionales y primas al abandono de la producción, todo ello junto a políticas de acompañamiento, cofinanciadas por los estados miembros, programas de protección del medio ambiente, forestación de tierras, jubilación anticipada, todo ello como preparación a la necesaria liberalización de los mercados.
La ampliación de la U.E, las restricciones presupuestarias generadas por la unión monetaria (euro), la creciente competitividad de productos de terceros países y una nueva ronda de negociaciones de la OMC, hacen necesaria una nueva reforma, plasmada en la llamada Agenda 2000, introduciendo conceptos como modulación de las ayudas, apoyo a la creación de empleos complementarios en el medio rural y potenciación del Desarrollo Rural, como clave de la vertebración del medio rural.
A lo largo de esta andadura, se han conseguido buena parte de los objetivos previstos, no así otros y han surgido nuevos retos, haciendo necesaria la adopción de sucesivas medidas para el logro de nuevos objetivos, como son:
  • Procurar el bienestar de la sociedad rural.
  • Mejorar la calidad de los alimentos y su grado de inocuidad.
  • Asegurar la protección del medio ambiente en beneficio de las futuras generaciones.
  • Mejorar las condiciones sanitarias de los animales y su bienestar.
En 2009, se lleva a cabo el llamado Chequeo Médico de la PAC, tomando nuevas medidas como la consolidación del pago único, modulación creciente de las ayudas, simplificación administrativa, todo ello con la vista puesta en el desacoplamiento total de las ayudas.
Así las cosas ya se ha puesto en marcha una nueva reforma que culminará en 2020, (Horizonte 2020), cuyos objetivos son: reorganizar y hacer converger los pagos directos, priorizar a los preceptores de las ayudas, proteger a los mercados de la volatilizad, equilibrar la cadena alimentaria y potenciar el desarrollo rural y la sostenibilidad del medio ambiente.
En su conjunto la financiación de la PAC cuesta aproximadamente 50.000 millones de euros al año; cantidad relativamente modesta y que está descendiendo en relación al PIB comunitario (0,54 % del PIB comunitario, a principio de los 90; 0,43%, en 2004 y, en 2013 será de 0,33%).
A nivel individual el coste de la PAC supone que cada ciudadano europeo contribuye a su financiación con 2 euros a la semana. Si se tiene en cuenta que gracias a ese coste se garantiza un suministro de alimentos sanos y la vitalidad del medio rural, no se puede concluir que la PAC sea cara.
Como conclusión podemos afirmar que la Política Agraria Comunitaria tiene luces y sombras, pero hay que destacar en su defensa que constituye un sector estratégico y único, es la piedra angular de la integración europea y la política más común de la U.E de los 27, vertebra el territorio y mantiene las zonas rurales vivas, genera vida, riqueza y bienestar, la seguridad alimentaria y la trazabilidad de los alimentos son sus mayores activos.
Bibliografía:
pendientedemigracion.ucm.es/info/eid/prof/FALONSO/pac1.pdf
‎www.unionsagrarias.org/futurodelaPAC/docs/manualPAC.pdf
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